miércoles, 29 de agosto de 2007

El Primer Acercamiento a La Lectura y El Principio Alfabético


¿Cuántas veces hemos visto a los niños detenerse frente a carteles o en las mismas revistas y los hemos oído decir lo que significa el logo al cual apuntan?

Pues bien, éste acto que hace que los padres se sorprendan y emocionen, da cuenta de que el niño ha internalizado y asociado algún producto con su palabra impresa.

No es que un niño de dos años que ve el logo de Coca- Cola, sepa que ahí dice Coca-Cola, sino mas bien que el niño ya tiene un conocimiento previo, ya observó una primera vez el logo y seguramente alguien le dijo “Coca-Cola”, por ende, cada vez que el niño vea el logo ya sea en la calle, revista, botella, etc., apuntará y dirá “Coca-Cola”; está demostrado que los niños saben acerca de textos impresos mucho antes de que empiecen a leer. El acercamiento de los niños con el mundo impreso, comienza desde muy pequeños y van acrecentando su conocimiento a medida que se le dan las oportunidades de que “enganchen” activamente con éste mundo impreso.

La manera más óptima y cercana que tienen los pequeños es su entorno y contexto familiar, en el cual a través de sus experiencias diarias que lo mantienen en un constante contacto, es imprescindible el rol de los padres o adultos a cargo, ya que son ellos los que pueden y deben promover el acercamiento a la lectura y escritura.

Ante esto, nos queda cada vez mas claro que creer que el niño necesita una edad determinada para aprender a leer, es una afirmación errada, ya que hoy en día, con el “boom” de los medios de comunicación se expone a los niños desde su más tierna infancia a relacionarse con este mundo letrado.

“El conocimiento de la impresión esta demostrado cuando los niños reconocen símbolos y palabras familiares, mostrando entendimiento y conocimiento que la impresión acarrea significado” (American Speech-Language-Hearing Association, 2001).

Tal como dije anteriormente, el niño no lee lo que dice específicamente un slogan, o un cartel, sino que reconoce el símbolo y reconoce indicadores que le harán recordar que eso ya lo había visto antes, y que significaba algo especifico. “Los niños están generalmente, aptos para reconocer impresiones ambientales antes de que ellos estén aptos para leer impresiones en libros” (Kuby & Aldridge, 2004).

Ante este acercamiento a la pretensión de leer, es cuando se hace vital la mediación de un adulto para guiarlo y hacerle entender que lo que esta escrito ahí tiene un significado, que quiere expresar algo, es decir, que ese “montón” de letras esta diciendo algo, en otras palabras, dar entender al niño que lo que con el lenguaje oral se puede decir, el lenguaje escrito nos sirve para escribirlo, y que es eso lo que leen. Es decir “el conocimiento de que la impresión lleva el significado y que los sonidos de la lengua hablada se puede representar de forma escrita” (Adams, 1990; Clay, 1991; Hiebert, Pearson, Sastre & Paris, 1998). Para esto es necesario que el niño empiece a tener conocimiento y noción de las letras, palabra, oración, etc... Si paulatinamente logramos que el niño domine los fonemas, estaremos contribuyendo a una mayor habilidad del niño por el deletreo de palabras, que concluirá en el deletreo de la lectura. Si no ayudamos al niño al conocimiento del fonema, será más probable que éste tenga dificultades para aprender a leer. Pero no debemos quedarnos solamente con la enseñanza de los fonemas, sino que también se hace necesaria la distinción y enseñanza de que cada fonema que arma finalmente una palabra, tiene un sonido especifico.

Ésta enseñanza puede ser estimulada desde temprano a través de actividades, por ejemplo, en las cuales al momento de leerles a los niños se haga una detención para precisar en las palabras que comiencen con el mismo fonema, pero señalando específicamente que esas palabras empiezan con el mismo sonido, o al mismo tiempo deletrearles una palabra en sus distintos fonemas, pero haciéndolo solo con los sonidos, por ejemplo: decirles que se le darán cuatro sonidos y ellos deberán identificar la palabra (/C/A/S/A). Es un trabajo que requiere de ser constantes y los resultados irán en aumento paulatinamente. Sólo de esta manera iremos desarrollando el principio alfabético, que implica la capacidad de reconocer la forma, el nombre y el sonido de cada letra del abecedario, lo que será clave en el aprendizaje de la lecto-escritura.

En conclusión, tal como he mencionado en los escritos anteriores, el desarrollo del lenguaje oral comienza desde el nacimiento y continúa refinándose a lo largo de la vida de cada persona. Es esencial el apoyo del adulto en la mediación del niño y el acercamiento y entendimiento del mundo letrado. Al mismo tiempo se hace fundamental que tanto padres como educadoras, desarrollen oportunidades nuevas y enriquecedoras para el niño, que siempre se les incluya en conversaciones, porque sólo de esta manera el niño enriquecerá su lenguaje oral, y encontrara maneras de expresarse. Sin embargo, no debemos quedarnos sólo en eso, y se debe empezar, desde el mismo tiempo que el niño va encontrando nuevas maneras de expresarse, a estimular y a desarrollar de manera minuciosa y progresivamente el encuentro, entendimiento y utilización del principio alfabético.



  • Bibliografía:
Emergent Literacy and Oral Language Development
Environmental Print Awareness in Young Children

1 comentario:

isssitta dijo...

Muy bien!!, está muy interesante tu blog, eso si te recomendaría tratar de sintetizar más las ideas, porque a pesar de que utilizas una letra pequeña, las publicaciones están un tanto extensas, pero muy bien plateadas.

Cuida tu ortografía y agrega los links de todas tus compañeras!.

Muy buenas las imágenes!

iSa!